Las Escuelas Nocturnas de Arte para Trabajadores (ENAT): un proyecto de educación estética para el obrero

Abstract

Durante las administraciones de los presidentes Abelardo L. Rodríguez (1932-1934) y Lázaro Cárdenas (1934-1938), los encargados de la cultura se lanzaron de lleno a la tarea de acercar a los trabajadores –principalmente obreros– a distintas actividades artísticas en la Ciudad de México y en algunas capitales del interior. Así fue como en 1934 se instauraron las denominadas Escuelas Nocturnas de Arte para Trabajadores (ENAT), proyecto impulsado por el secretario de Educación Pública, Narciso Bassols, y por Carlos Chávez, jefe del Departamento de Bellas Artes (DBA). En el Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de Artes Plásticas (Cenidiap) –donde originalmente se realizó esta investigación– existía el convencimiento de que una forma integral de entender la historia del arte en México era estudiando el aspecto educativo, por lo que me uní a este anhelo. En aquel entonces pude vertebrar la interpretación que dio lugar al presente trabajo gracias a los documentos provenientes del Archivo Histórico del INBAL, el Archivo de la Secretaría de Educación Pública y el Fondo Carlos Chávez en el Archivo General de la Nación; asimismo me apoyé en diversas lecturas paralelas sobre la educación popular y artística en México, y acerca de Historia del Arte e Historia de México, donde se destaca la estrategia de consolidación del sistema político mexicano con base en la educación. Después de años de haber suspendido su escritura, durante la pandemia decidí recuperar el texto, actualizándolo, con la idea de dar a conocer los programas de enseñanza artística diseñados de 1934 a 1938 para los sectores sociales que, por causas económicas o culturales, permanecían alejados de las artes. Hoy podemos preguntarnos: ¿cuáles fueron los resultados del proyecto educativo popular mexicano vigente en los años treinta? La respuesta nos lleva a escuelas de poca relevancia en cuanto a su finalidad artística, cuyo objetivo –más de orden moral que cultural– consistió en alejar a las capas sociales de escasos recursos de los vicios que adquirían debido al entorno en que vivían. Al ser un programa formulado por intelectuales y artistas, la idea mesiánica heredada de la época de José Vasconcelos se encuentra aún presente en sus entrañas. El proyecto de las ENAT marcó un momento importante en el proceso de construir una educación estética dirigida a los trabajadores. Este libro recupera los antecedentes de estas escuelas y su complejo desarrollo acorde a las políticas sociales y culturales de la época.